Deambular interno, sin ansias de perdón, ni necesidad de castigo.
Todas las caras de la vida, sumadas en mí en este instante.
Mansedumbre de quién sobrevive a la desgracia y vive sin euforias el tiempo que tanto ha esperado.
Hija siempre de dos padres. Nómade: quietud y trayectoria.
Nó-ma-de, me gusta desde siempre esa palabra, porque obliga a la boca a transitar por tres vocales.

(14.00 hrs 2 de agosto 2006, en una plaza fría de Buenos Aires)
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