viernes, junio 15, 2007

Miel vieja


Yo no sabía que la tristeza era dulce. Que se podía tocar este hueco redondo, sin ponerle tu nombre. Que este dedo que presiona el pecho podía ser aceptado sin mas, como el nido de cualquier pájaro exótico. Yo no sabía que podía dejar aletear a la tristeza y menos sabía que son sus alas las que me hacen andar por estas calles de piedra como si yo,fuera otra.

No sabía que podía pararme y verte cruzar por la vereda de enfrente. Que podía mirar tu cara y saberme no vista. Que podía vivir con la certeza de todos tus finales. Yo no sabía que la tristeza era dulce, ni que podia deslizarse por las manos,como un poco de miel vieja.

30 mayo 2007. Cusco.Perú.

1 comentario:

  1. Llegué a tu blog de casualidad, gracias a don Galeano. Hermoso post, hermosas palabras.
    Un saludo. Jan

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