Sin alegrías a las que aferrarse.
Sin los dichos de otros sobre mí.
Sin los juicios implacables hacia otros.
Sin la condena que colgué en mi cuello.
Sin la incapacidad de maravillarme ante las mismas cosas.
Sin el dolor que cierra la puerta, ante la misma gente.
Como si recién llegara a esta ciudad y por primera vez, pisara estas baldosas.
Mejor: como si hoy abriera los ojos y la vida fuera a partir de este momento, sólo un papel en blanco.
De "historias de una línea".
Montevideo. Uruguay. 2005
Montevideo. Uruguay. 2005
.. felizmente es también un papel en blanco lleno de posibilidades... un abrazo!
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